Muchas veces escucho a personas que expresan tener “miedo” de abrir sus Registros Akáshicos. Como es algo que desconocen, se paralizan y no se dan la oportunidad de vivir esa experiencia.
Esto no solo sucede con los Registros, sino con un sin fin de cosas que nos suceden en nuestra vida, que por no conocerlas, automáticamente colocamos el no por delante de todo.
Lo «no conocido» encierra misterio. Aquello que no podemos apreciar con nuestros sentidos físicos tiene la particularidad de asustarnos. Sin embargo, cuando ingresamos a ese mundo que convive con nosotros, sentimos que es allí realmente a donde pertenecemos. Como si se tratase de un sueño, no nos queremos despertar.
Acceder a ese estado de conciencia hace más liviana nuestra vida terrenal. Reconocer que somos seres eternos en cuerpos físicos mortales, es el primer paso en el camino del auto conocimiento.
Los Registros Akáshicos son el libro que nuestra alma, vida tras vida, ha experimentado. Están custodiados por los Maestros Guías lo que son amor puro y jamás brindarán información que uno no pueda asimilar y no esté preparado para recibirla.
Lo que puedo expresar en estas líneas es que el 90% de las personas que deciden abrir sus Registros Akáshicos experimentan un efecto revelador increíble.
Es un antes y un después en sus vidas, una bomba expansiva de amor, siendo el motor para tomar decisiones trascendentes, que los llevarán a nuevos puertos, liberando y sanando muchas cargas adquiridas en el correr de la vida actual o provenientes de vidas anteriores.
El miedo tiene esa particularidad, paralizarnos o sacar lo mejor de nosotros mismos.
¿Todavía tienes miedo a los Registros Akáshicos?
Te invito a conocerlos, será todo un honor poder abrir tus Registros del Alma.
Muchas gracias por leer estas líneas,
Un gran abrazo y bendiciones
Natasha
Te invito a que puedas leer el siguiente artículo
Pingback: Valió la pena - Natasha Quiñones